¡Argh, sácame de aquí!

Vuelvo a hablar (como ya hice hace unos días) de Windows 7 sin haberlo probado, ya que no voy a comentar ninguna de sus características. Más bien voy a comentar un hecho que me ha sorprendido: el hecho de que Windows 7 no vaya a tener ninguna beta más, como estaba previsto, y vayan a pasar directamente a la Release Candidate.

La causa: la crisis económica también ha afectado a Microsoft. Parece ser que la reciente reducción de plantilla no ha sido suficiente para intentar superar la crisis, y ahora han decidido que necesitan su nuevo sistema operativo en la calle cuánto antes. Por un lado, he leído muy buenas críticas sobre Windows 7 (pese a su cerrada política, con la que no estoy nada de acuerdo), sobre su rendimiento, sus características, sus requerimientos (menores que los de Windows Vista). Si no estuviesemos en tiempos de crisis, pondria la mano en el fuego por asegurar que Windows 7 seria un éxito, comparable al de Windows XP. Pero no todo es tan bonito. El sacar un producto antes de tiempo siempre trae malas consecuéncias. ¿Podría ser que nos quedasemos con una simple actualización de Windows Vista, que Windows 7 fuese al final un producto inacabado, con multitud de cosas por mejorar?

No quiero decir con esto que Microsoft se vaya a ir a pique ni mucho menos. Microsoft no es sólo Windows. También tienen Microsoft Office, Xbox 360, y una gran cantidad de productos, a parte de su proyecto estrella por debajo de Windows 7: Cloud (con el que creo que ayudan a la gente que migre a Linux, pero eso ya es otra historia). A lo que me vengo a referir es que creo que van a perder un gran trozo del pastel de los sistemas operativos.

Bueno, ¿y si lo pierden, quien se lo queda?

En mi opinión, si esto pasase, seria el mundo de GNU/Linux quien conquistaria gran parte de los PCs de hogar. ¿Por qué? Pues porque compone una gran cantidad de empresas no afectadas por la crisis. Pongamos el sencillo ejemplo de una empresa, con una cantidad X de ordenadores, y el empresario tiene que reducir costes. Para hacerlo, se propone reducir la plantilla (típico). Pero viene el técnico de sistemas de la empresa y le propone otra cosa. No pagar por la licéncia de su sistema operativo, no pagar más ni por licencias ni por actualizaciones de su suite de ofimática, no pagar por un antivirus ni por sus actualizaciones. No pagar por un "photoshop". El empresario le pregunta si eso no es ilegal, ya que no quiere que su empresa se meta en lios. Entonces el informático le descubre el mundo de GNU/Linux, le enseña una distribución que se adapte a sus necesidades, le enseña Mozilla Firefox, OpenOffice, Mozilla Thunderbird, GIMP, ClamAv (en caso de que el empresario no se fíe mucho de eso de que no hay virus en Linux), todos ellos gratis, se actualizan automáticamente, no hay que pagar por sus actualizaciones, son sencillos de usar, y si el técnico de sistemas sabe de programación lo suficiente, puede modificar los programas al gusto de la empresa ya que todos ellos són de código libre. El informático lo más seguro es que esté contento de no tener que trabajar más con Windows. El empresario contento porque ha reducido una suma importante de gastos. Los trabajadores contentos porque ya no tienen que temer si se van a la calle o no. Y a Microsoft no es que le importe mucho que una empresa pequeña deje de usar sus productos.

Todos ganan.